Al resistirnos a los alimentos, agua, placeres y sueño, recordamos y agradecemos las inmensas bendiciones que Dios Todopoderoso ha derramado sobre nosotros en nuestra vida diaria, algo que a menudo pasa inadvertido. Además, nos fortalece la paciencia, la tolerancia, la determinación y refuerza en nosotros el hábito de dar, ser caritativos y cuidar de los demás.
Pero no todos pueden realizar el ayuno del Ramadán, ni los niños, embarazadas, personas mayores o con problemas de salud, viajeros ni mujeres con la menstruación deben hacerlo. Y quienes sí pueden, deben tomar ciertas previsiones para cuidar su salud. Los dietistas desaconsejan comer con avidez una vez que haya caído la noche o amanezca, porque causa un aumento de peso además de problemas digestivos y de sueño.
El nutricionista marroquí Nabil Ayachi –según reseña la agencia EFE- alerta sobre la dieta incorrecta que suelen realizar muchas personas en este período, y lamenta que no capten el verdadero sentido del mes de Ramadán, destinado más bien a purificar el organismo.
"Para una dieta sana –dice el especialista- aconsejo a los ayunantes comer sano, despacio y en pequeñas cantidades, comenzado por un iftar (comida con el que se rompe el ayuno) ligero, como agua, verduras poco cocidas, pan y jugos de frutas. Tras romper el ayuno, es preferible esperar un rato antes de continuar el iftar, con un menú que incluya comidas ricas en vitaminas, minerales, proteínas y fibras. Por ejemplo: pan, sopas de verduras, frutas o carne, pero siempre teniendo presente la regla de beber líquidos y agua, comer gradualmente y en pocas cantidades hasta que el cuerpo se sienta saciado”.
Coincide que durante el mes de Ramadan, la hermandad Subud se unirá en un Latihan Mundial el 5 de julio a las 10 de la noche (hora de Colombia).
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