Este año el Ramadán comenzará el próximo 1 de agosto, con la aparición de la luna a finales de Sha'ban (octavo mes en el calendario lunar islámico). Muchos miembros Subud realizan los 30 días de ayuno tal como lo hacía y aconsejaba Bapak para desarrollar la paciencia y la humildad, así como para reconocer lo afortunados que somos y así ser más generosos con los necesitados.
El ayuno que nos recomienda Bapak no es sólo el de dejar de probar alimentos y cosas agradables: “No es tan sólo restringiéndose en el comer, beber y fumar mientras aún continuáis criticando a otros pensando solamente en vuestro propio interés y necesidades, lamentándoos de tener que dar alguna cosa a otros, disgustándoos por ayudarlos y poniéndoos enojados cuando otros os critican o comportándoos en otra forma que demuestra vuestra incapacidad de resistir la presión del nafsu cuando os acosa. Tal comportamiento es un signo de que aún no sois capaces de practicar la realidad del ayuno”. Charla de Bapak, Cilandak, 16 de diciembre de 1968.
Esta semana pueden decidir si harán el ayuno. Planifiquen con sus grupos una comida inicial si les parece que eso motivará más la cercanía entre los miembros, lean las charlas de Bapak sobre este tema, tengan una actitud de recibir y hagan con diligencia el latihan. El próximo domingo 31 de julio, un día antes de comenzar el ayuno, atiendan la limpieza personal y al día siguiente comiencen la mañana con una intensión interna, algo como: “En el nombre de Dios Todo lleno de Gracia y Todomisericordioso, yo tengo la intención de ayunar en el día que comienza”.
El ayuno incluye las siguientes restricciones:
a) Durante estos días no debemos comer, ni beber, ni fumar desde las 4:30 a.m. hasta después de la puesta del sol.
b) No se permiten relaciones sexuales.
c) No debemos hacer uso de los oídos para oír murmuraciones, disputas o palabras indecentes.
d) No debemos hacer uso de la boca para decir palabras mentirosas o maliciosas.
e) No debemos hacer uso de los ojos de una manera mala o indecorosa.
f) No debemos hacer uso del corazón o de la mente para imaginar o pensar en cosas tristes, fantasiosas o irreales.
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